El objetivo del proyecto no es vender esto como arte urbano, campestre o decorativo. El objetivo es una ciudad sin kk’s, sin banderas, pero con bandera verde, una ciudad limpia, moderna y divertida. Que los perros hablen español, arabe, rumano o esperanto, que la mierda se recoge igual en todos los idiomas.
Con la colaboración de familiares, amigos y cientos de ciudadanos, hemos colocado más de 6000 banderitas sobre las kk’s de perro en los últimos 3 años. Y parece que funciona, por lo menos te sacan en Heraldo de Aragón y los concejales medioambientales le tratan a uno como experto en la materia fecal de perro.
Marcar la kk es divertido lo pueden practicar niños y ancianos. Mostrar donde esta la kk es útil para los encargados de limpiar calles, parques y jardines, es útil para todos. Tenemos la kk señalizada, controlada, no la pisaremos, no pondremos el culo o la mano sobre ella; y como veremos el parque tan sucio nos esconderemos en el centro comercial más grande a disfrutar del nuevo sol de la primavera.